MÉXICO (AFP) - Un debate entre los candidatos a gobernador del estado mexicano de Michoacán (oeste) terminó en la noche del sábado con los cuatro aspirantes pasando una prueba antidopaje propuesta por sorpresa por uno de ellos para demostrar que no tienen vínculos con el narcotráfico.
"Combatiremos la inseguridad con decisión, con valor, sin ninguna vinculación (con el crimen organizado). Y daré una muestra, yo pondré el ejemplo. Tengo aquí un dispositivo de antidoping", dijo en un momento del debate el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jesús Reyna.
Y ante la mirada sorprendida de sus contrincantes y la expectación de los periodistas que cubrían el acto, Reyna, que había acudido al lugar del debate con personal de un laboratorio, levantó un frasco. "Demostraré, haré mi prueba, y espero que todos hagamos lo mismo, para que les demos seguridad a los michoacanos de que no tenemos absolutamente ningún vínculo con la delincuencia organizada", añadió.
En un principio, su adversario del Partido Verde (ecologista), Alejandro Méndez, se mostró escéptico sobre la idoneidad de la prueba: "No creo que sea demostrando el consumo o no de drogas como se puede garantizar el eficaz combate a la delincuencia".
Sin embargo, todos terminaron por aceptar el reto y al término de las dos horas de debate cumplieron con sendos controles de orina. Tras el debate, sólo dos de ellos acudieron al laboratorio para retirar sus pruebas -el propio Reyna y Leonel Godoy, del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda)-, que dieron negativo en consumo de cocaína, marihuana, barbitúricos y metanfetaminas.
Michoacán, situado en las costas del Pacífico, es uno de los estados más afectados por la violencia generada por el narcotráfico en México.
|